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La incontinencia urinaria afecta a millones de personas, presentándose en un porcentaje mayor en las mujeres, pero el hombre también la padece.

¿QUÉ ES LA INCONTINENCIA URINARIA?

Podemos definir la incontinencia urinaria como la pérdida involuntaria de orina. Pero el problema no queda ahí, y además del grave inconveniente que conlleva a nivel social e higiénico, la salud también puede verse comprometida.

MÁS INCONTINENCIA A MEDIDA QUE CUMPLIMOS AÑOS

La prevalencia de la incontinencia aumenta con la edad, y también afecta a más hombres a medida que esa edad va incrementándose.
Pero el principal problema de esta afección es que intentamos ocultarla o simplemente consideramos que se trata de algo “normal” a cierta edad.
Esto nos lleva a no consultar con un especialista y, con ello a reducir mucho el porcentaje de detecciones precoces para establecer un tratamiento adecuado.

TIPOS DE INCONTINENCIA URINARIA FEMENINA

1. Incontinencia de esfuerzo

Se nos escapa orina al realizar un esfuerzo (tos, risas, bajar escaleras, estornudar, etc.). Se registra en mayor medida en la mujer de mediana edad y suele ser consecuencia de cambios conformacionales de la musculatura pélvica y su relación con la uretra y el cuello vesical.

Las causas más importantes las encontramos en:

-Cambios anatómicos de la pelvis por partos
-Cirugías o deficiencias hormonales.

La pérdida de orina se origina en un fallo en los mecanismos que mantienen la presión uretral, la presión intravesical excede a la presión uretral máxima, coincidiendo con situaciones de esfuerzo que aumentan la presión intraabdominal.

2. Incontinencia de urgencia

La sentimos cuando experimentamos una necesidad imperiosa de orinar. Si no vamos al baño inmediatamente, se produce la pérdida. Los especialistas lo llaman “vejiga automática” porquecuando se llena la misma, comienza a vaciarse sin que podamos evitarlo.

Una variación de este tipo de incontinencia la encontramos cuando la hiperactividad vesical se asocia con una patología neurológica, y es cuando es denominada Hiperreflexia vesical.

El paciente que la padezca aumentará la frecuencia de micciones, necesitará ir más veces al baño, tanto por el día como por la noche. Se ha relacionado también con determinadas circunstancias, como un aumento del frío en el cuerpo, el estreñimiento o al tomar determinadas bebidas, como el café.

3. Incontinencia mixta

Cuando se producen ambos varios tipos de incontinencia a la vez, la llamamos incontinencia mixta. La más común de estas combinaciones viene dada por la hiperactividad vesical agravada por la incontinencia de esfuerzo.

NO ES ALGO INEVITABLE: PUEDE TRATARSE

En Fisionatura contamos con especialistas formados en el diagnóstico y tratamiento de la incontinencia. Un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico nos guiará a través de medidas fisioterápicas que nos ayuden a atajar el problema. ¿Cómo son estas soluciones?: 

  1. Fisioterapia de la musculatura del suelo pélvico

Existen diversos ejercicios destinados a reforzar la musculatura del suelo de la pelvis, así como de la musculatura voluntaria periuretral. Entre ellos, destacan los ejercicios de Kengel. Consisten en contraer el esfínter como si quisiéramos interrumpir la micción durante unos segundos. Nuestra especialista trabajará contigo en estos ejercicios lo que te ayudará a identificar y sentir el trabajo de la musculatura implicada en la contracción muscular del suelo pélvico.

Estudios universitarios han comprobado que con esta técnica, la mujer empieza a obtener los primeros resultados en 8-12 semanas, obteniéndose los mejores resultados al año de iniciar el programa. Los mejores resultados clínicos corresponden a la incontinencia de esfuerzo, donde se ha demostrado un porcentaje de buenos resultados del 77-80 %. En menor medida, la incontinencia por hiperactividad vesical y la forma mixta, también pueden beneficiarse de este tratamiento. 

  1. Reeducación vesical.

Se establece un plan de micciones con el objetivo de trabajar para aumentar la capacidad vesical y reducir la urgencia miccional. Esta técnica obtiene mejores resultados ante la incontinencia de urgencia, con hasta un del 85% de mejoría, pero los resultados también se han mostrado positivos en pacientes con incontinencia de esfuerzo. 

  1. Electroestimulación

La electroestimulación consiste en aplicar una corriente de baja frecuencia a través de un electrodo intravaginal. Esta técnica se muestra muy eficaz a la hora de recuperar el control de la micción. 

  1. Biofeed-back

Un estudio publicado en la Revista Rehabilitación expuso que 310 pacientes, varones y mujeres con distintos tipos de incontinencia urinaria fueron tratados con 20 sesiones de electromiografía-biofeedback con electrodos de superficie. La conclusión fue que esta técnica, utilizada para el entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico en la incontinencia urinaria, mejora la incontinencia y la calidad de vida de los pacientes a los que se les aplicó.